"Lo principal siempre es la
planificación antes de gastar un solo euro. Y una buena planificación consiste
básicamente en hacer tres cosas antes de empezar", defiende Carlos Ramos,
director de Desarrollo de Negocio de Avalmadrid. Son éstas:
1. Antes de hablar de costes y de
gastos, hay que hacer un plan de inversión. ¿"En qué consiste? Se trata de
pensar en todo en lo que necesita invertir el emprendedor para poner en marcha
su negocio. Es decir, qué instalaciones, qué acondicionamiento… Es tan sencillo
como coger un folio en blanco e ir poniendo todas las inversiones necesarias
que debe hacer para que el día 1 del mes equis abra la puerta de su negocio. No
con cifras a mano alzada sino con presupuestos hechos (debería tener
presupuestos de cada partida y uno con la suma de todos). Los emprendedores
sólo piensan en los activos no corrientes, es decir, los activos fijos (mesa,
ordenadores, hardware, software, furgoneta, etc.) y se olvidan de algo
fundamental: el circulante que necesitan para sobrevivir los primeros meses. Es
necesario contar con un remanente de tesorería que les permita tener oxígeno al
inicio de la actividad", argumenta.
2. A continuación debes pensar en
un plan de financiación de las inversiones necesarias. "Es decir, de dónde
voy a sacar el dinero. Y hay dos formas: o lo tienes en el bolsillo ya o lo
tienes que pedir. Una y otra se tienen que complementar a la perfección. Y
asimismo el plan de inversión y el plan de financiación deben cuadrar, es decir,
que el importe debe ser el mismo. No es muy lógico que si tu plan de inversión
es de 100.000 y tu plan de financiación es sólo de 40.000, decidas emprender.
Hasta que no tengas igualados los dos planes no merece la pena poner en marcha
el negocio, porque puede ser una causa de fracaso", alerta.
3. Una previsión de resultados
(de ingresos y gastos) para ver si nos creemos o no el negocio. "Esto es
lo que más le cuesta hacer a un emprendedor. Para ello se debe partir desde la
coherencia, de prever resultados factibles de conseguir en un momento
determinado. Lo mejor es tomar horizontes a corto plazo. Empieza por un mes y
pregúntate cuánto vas a poder vender en un mes. Es importante que las
previsiones empiecen por las ventas (nuestra previsión de ingresos). Es cierto
que para su cálculo hay un fuerte componente de incertidumbre, pero es
importante una cifra de venta objetivo", explica. Fuente de este bonito artículo;
emprendedores .es

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