Comienza eliminando aquellas que prometen un sueldo mensual
completo, grandes regalos, o importantes beneficios con un mínimo esfuerzo.
Huye también de las propuestas que lo primero que hacen es
pedirte tus datos personales y una tarjeta de crédito para ingresarte el
dinero.
Busca empresas que paguen mediante sistemas en los que
pueden ingresar dinero, pero no extraerlo, como una transferencia bancaria, o
PayPal.
Cuando localices alguna compañía de encuestas que parece
honesta, investiga. Rastrea información en las redes sociales, pregunta en
foros, rastrea su actividad.
Comprueba que es legal, y que realmente paga por el trabajo
realizado. Es un proceso lento y laborioso, pero el esfuerzo merecerá la pena.
Evitarás fraudes, decepciones, y ganarás en tranquilidad.
Incluso descubrirás blogs de gente que fue estafada por algunas
de estas empresas encuestadoras, pero ha encontrado una lista de intermediarios
serios que quiere compartir contigo... Si pagas por dicha lista, claro.
No estamos diciendo que todas estas propuestas sean un
fraude. Pero hay mucho aprovechado, y conviene andar con pies de plomo.
Existen empresas serias que trabajan con paneles de
consumidores y pagan religiosamente por dichas encuestas. Pero exigen esfuerzo,
constancia, y las ganancias son bajas.
Si te lo propones, y te aceptan, podrás sacar un puñado de
euros al mes, algún cheque regalo de Amazon o FNAC, y poco más. Lo demás... son
quimeras...
La elección de las empresas
El mercado de las encuestas remuneradas es terreno pantanoso
en el que hay que moverse con extrema cautela.
Hay empresas dispuestas a pagar dinero por conocer lo que
opinan los consumidores de su producto, antes de lanzarlo a la venta. Y hay
intermediarios que crean Paneles de Consumidores que cubren todos los rangos de
edad, profesiones, núcleos familiares, gustos, aficiones, etc., y pagan dinero
por probar productos o responder a una encuesta.

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