La causa fundamental de muchos
fracasos en la vida es la falta de concentración. La atención es como un faro:
cuando su haz de luz se esparce sobre una extensa superficie, su capacidad para
iluminar un objeto en particular disminuye; pero si se enfoca sobre un solo
objeto, dicha capacidad aumenta considerablemente. Los grandes hombres poseen
la facultad de concentrarse: ellos enfocan la totalidad de su atención en una
sola cosa a la vez.
Debemos conocer el método
científico de concentración (enseñado en las Lecciones de Self-Realization
Fellowship) mediante cuya práctica la atención es liberada de las distracciones
y se enfoca sobre un solo objeto. Con el poder de la concentración, el ser
humano es capaz de usar el asombroso poder de la mente para lograr lo que desee
y también es capaz de vigilar todas las puertas por las que el fracaso pueda
entrar.
Hemos de abordar todo problema o
deber inmediato concentrando en él nuestra energía, y resolverlo o ejecutarlo a
la perfección. Ésta debería ser nuestra filosofía de vida.
La mayoría de las personas llevan
a cabo todas sus actividades con indiferencia, usando sólo aproximadamente el
diez por ciento de su atención, de ahí que carezcan de la capacidad de
triunfar. […] [Realiza todas tus] acciones utilizando el poder de la atención,
el cual adquiere su fuerza plena mediante la práctica de la meditación. Cuando
usas ese poder divino de concentración, puedes aplicarlo al logro de cualquier
objetivo y alcanzar el éxito.

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