Argentina y Holanda estaban
haciendo un partido reñido, ninguno quería volverse estando tan cerca del
primer puesto, la copa mundial casi que se podía “oler” y así la pelota iba y venía
sin entrar para ningún lado.
Los minutos pasaban, los
jugadores se iban cansando, hasta que vino el alargue y más cambios, mas
intentos, pero aun así, la pelota no entraba.
Y vinieron los tan ansiados, tan
temidos y tan odiados… “Penales”.
Uno pensaría que no existe algo
más “al azar” que los penales, podes jugar todo el partido increible pero
depende del que patea y del que ataja en un segundo la suerte de todos.
100% cuestión de suerte… O no?
Justo antes de empezar, un
jugador del equipo de Argentina miró fijo al arquero y le dijo una frase. Una
sola frase.
El arquero se fue directo a su
arco, sonó el silbato y el primer penal…. Lo ataja!
No solo eso sino que lo hace otra
vez más y … bueno, el resto es historia.
Después de 24 años, Argentina
vuelve a jugar una final en el Mundial de Futbol. Festejos, alegrías, llantos.
Pero volvamos a la frase… ¿Te
imaginas cuál fue?
Mascherano, un excelente jugador
de Argentina lo mira al arquero, serio, seguro y le dice

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