Nosotras contamos con todo lo necesario para tomar posesión
y estar en posesión de la prosperidad.
Para lograr la demostración de la
prosperidad en nuestras vidas y sólo se
puede llevar a cabo con la máxima confianza y la fe.
Podemos dibujar sobre el fondo Omnipresente en toda la
eternidad nuestra prosperidad, sin embargo, nunca crecerá menos, ya que se
compone de las ideas.
Es decir se materializará tal y como lo hemos previsto,
dibujado, imaginado, formado.
Nuestras Ideas deben ser grandes, debemos pensar a lo
grande, no conformarnos con menos, si pensamos en grande, recibiremos cosas
grandes, todo se hará de a cuerdo a las limitaciones de nuestra mente y de
nuestros ojos espirituales.
Extiende las cuerdas de tu tienda, hasta donde pueda llegar
tu vista y toma posesión de las riquezas de esta tierra.
A través del pensamiento, de tomar algunas de las ideas en
tu mente y ellas empiezan a manifestarse en nuestros asuntos y proyectos.
Métete en el pensamiento la prosperidad y la prosperidad se manifiesta en la
prosperidad.
Cultívate en prosperidad de la cabeza a los pies, desde
adentro hacia fuera. Cultivemos el hábito de pensar acerca de la abundancia
presente en todas partes, no sólo en las formas de la imaginación, sino en las
formas sin forma y sin limitaciones.
La visión que deberíamos tener, debería ser para construir
nuestra prosperidad desde nuestro interior. No estamos estudiando la
prosperidad para convertirnos solamente en ricos, sino para llevar a cabo esas
características que son fundamentales para la prosperidad.
Debemos aprender a desarrollar la facultad que traerá la
prosperidad y el carácter que no se echa a perder por la prosperidad. Si tú
sabes cómo apoderarse de la Sustancia Universal y moldearlo a su uso, tú serás
próspero. Eso es lo primero que bebemos aprender.
Apoderarnos de esa sustancia universal la que está en el
aire y en todas las cosas creadas y por crear Sustancia Divina. Es nuestro
derecho inalienable el ser prósperos, con independencia de quienes somos o
dónde seamos. Podemos elegir.
La pobreza o la prosperidad, todo depende de nosotros, de
cómo pensamos, que creemos y que sentimientos albergan en nuestro corazón.
Todo lo que tiene el Padre es nuestro, pero tú y yo somos
los responsables de la relación que mantengamos con el Padre Creador, todo lo
del Padre es bueno para nuestras vidas.
A través del reconocimiento consciente de su unidad con el
Padre y Su abundancia que señalar a la Sustancia Viva en el suministro visible. Sostienen que
nosotros somos maestros con el Maestro, es decir somos Uno con Dios, Uno con el
proveedor de todo bien, de toda riqueza y Sustancia y que nuestra prosperidad
fluirá sin detenerse, por el contrario aumentará.

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