Fuente: Margarita pasos
Un campesino que enfrentaba muchas dificultades económicas
tenía algunos caballos que utilizaba en sus trabajos del día a día. En una
ocasión un vecino le trajo la noticia de que uno de sus mejores caballos había
caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y sería muy difícil
sacarlo de ahí. El señor se fue corriendo al lugar y aunque vio que el caballo
no estaba lastimado, hizo cálculos y pensó: sacarlo de allí me costará mucho
dinero y no tengo como pagarlo. Sentía una gran tristeza por su caballo pero no
le quedaba más remedio que sacrificarlo para que no pasara días con hambre y
sufriendo la angustia de estar en el pozo.
Decidido, le pidió entonces a las personas que estaban allí
que le ayudaran a echarle tierra encima al caballo para sacrificarlo. Cuando
echan el primer carretón de tierra, el caballo se sacude fuertemente para que
la tierra quede debajo de él en lugar de encima y se para sobre la tierra.
Vuelven entonces a tirarle un segundo carretón de tierra y el caballo repite la
acción quedando más alto. Pronto los hombres se dan cuenta de la inteligencia
del caballo, y echándole más y más tierra el caballo sigue subiendo sobre ella
y logra salir de aquel profundo hueco.
Esta linda historia tiene dos moralejas:
Cuando nos cae tierra encima, o sea, un problema, tenemos
dos opciones: dejarnos enterrar por el problema o convertirlo en un escalón
para salir adelante con más fortaleza.
Cuando los demás tratan de hundirnos debemos ignorar sus
actitudes y seguir adelante. La gente puede tratar de enterrarte, pero eres tú
quien decide si lo logran o no.
¿Recuerdas alguna vez que todo parecía ir en tu contra y sin
embargo saliste más fortalecido del problema? ¿Cómo lo lograste?
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