La superación no consiste en lograr enormes resultados y
alcanzar maravillosas metas, sino que como emprendedores por convicción,
nuestra felicidad consiste en creer en lo que hacemos, superar los obstáculos
que se nos presentan, disfrutar del “viaje” y siempre conservar la ilusión y la
pasión.
Indudablemente obtener resultados óptimos está en los planes
de cualquier emprendedor, y nadie puede decir que no los desee sin mentir a los
demás y a sí mismo. Cuando se hace lo que a uno le apasiona, no puede querer
otra cosa que tener éxito en lo que emprende. Cuando se obtienen fabulosos
resultados, un emprendedor creyente no puede permanecer indiferente o apático.
El emprendedor creyente, como dice la palabra, cree en sí mismo y en su
proyecto, por encima de lo que los demás le digan, y aunque no le apoyen.
El emprendedor no creyente se definiría en cambio como aquel
que únicamente busca los resultados y que basa su actividad en una única
necesidad, la de “ganarse la vida”. Se trata del profesional que emprende por
necesidad, que incluso podría ser igual o más feliz si trabajara para otros,
por cuenta ajena en una empresa. Este perfil no considera su prioridad el
desarrollo personal y no acostumbra a mostrar síntomas de anhelos de
superación.
Si te ha gustado este Articulo, siéntete LIBRE de hacer clik en ME GUSTA y de compartirlo en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes sociales.

Comentarios
Publicar un comentario