Si el éxito
es poder concretar nuestras metas, debemos tener en cuenta qué necesitamos para
recorrer el camino que nos llevará a lograrlo.
En primera
instancia debemos recordar que el éxito es energía y que nosotros por ende
somos seres exitosos, por eso debemos mantener nuestra mente, nuestras
emociones, nuestro cuerpo y nuestra actitud, llenas de entusiasmo y
positivismo.
No sólo se
trata de cumplir con nuestra obligaciones como si estuviéramos en un enorme
engranaje metálico en donde si fallamos, detenemos la pesada carga de la vida.
Se trata de que nos hagamos conscientes de cómo impactamos desde nuestro
interior a nuestra vida exterior.
Salga,
diviértase, permítase hacer algo que le guste, que le genere placer, alegría,
paz o plenitud. Sus trabajos o empresas para ser exitosas necesitan personas
exitosas, que lideren sus propias vidas. Sus familias necesitan de su presencia,
de su afecto, del compartir verdadero. Regálele tiempo de calidad a los suyos,
regálese tiempo de calidad a usted.
Muchos
podrán pensar, si eso suena fácil… porque quizás ella si puede darse el lujo de
no preocuparse o no tener mayores problemas financieros o de pareja, y quieren
que les diga algo NO TENGO PROBLEMAS, pero si tengo suficientes OPORTUNIDADES
DE CRECIMIENTO en mi vida económica, en mi vida de pareja o en mi vida laboral,
como cualquier ser humano.
En dicha
percepción radica la diferencia de una visión que me permita seguir creciendo,
y construyendo mis éxitos, con el toque picante y cotidiano de las
oportunidades de crecimiento. Yo soy quien decide poner mi atención en lo
verdaderamente inspirador, en lo que estoy construyendo día a día, sin perder
una objetiva visión y toma de acciones que me permita ir resolviendo y
solventando las oportunidades de crecimiento en mi vida.
En las
épocas de sequía, es donde realmente se necesita sacar a flote todo lo bueno de
nuestro pensamiento, entusiasmo, valor y perseverancia. La actitud del éxito se
crece y se confirma en épocas de vacas flacas, nuestra vida no puede depender
de las circunstancias externas como si fuéramos unos muñecos de heno que
sucumben ante el viento, los invito a que reflexionen en lo corta que es la
vida para dejar que ella dependa de otros. La vida es un soplo que merece ser
planeado con alegría, libertad y responsabilidad.
Recuerden
que somos responsables de lo que nos pase en nuestra vida, que no debemos temer
a fracasar porque siempre supone un aprendizaje que nos regala experiencia y
podremos usarlo en nuestro favor para construir un nuevo éxito. Sólo nosotros
podemos decidir tener una actitud positiva hacia la vida y estar dispuestos a
ser flexibles para hacer los cambios necesarios y obtener una nueva y mejor
realidad.
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